Se considera Autoconsumo a producir su propia energía, hay varios tipos de autoconsumo, por ejemplo el autoconsumo en instalaciones aisladas: Aunque la red de distribución eléctrica es muy amplia, hoy en día quedan sitios aislados en los que no llega la red de distribución eléctrica y el llevarla hasta un punto alejado supone una gran inversión, que las compañías no quieren asumir, a no ser que este justificada por un gran consumo o muchos pequeños consumidores (un pequeño pueblo) de forma que se amortice rápidamente la inversión.
Asumir esta instalación puede suponer unos 40.000€ por kilometro de línea a 13kv (aproximadamente) y una vez realizada, hay que «regalarsela» a la compañia distribuidora ya que en caso de avería, ni nosotros ni el electricista conocido, tiene permiso o puede hablar con la subestación (centro de transformación y control) cercana para que desconecte la linea y arreglar algo.
También existen zonas protegidas en las que esta prohibida la instalación de líneas eléctricas que pongan en peligro la fauna o suponga un impacto visual.
En estos casos como en muchos otros, las instalaciones aisladas de red, suponen la mejor solución para el auto abastecimiento de energía. No obstante, esta energía es cara y no se puede comparar con la de la red eléctrica de una ciudad, en el que no se valora el poder consumir cuanto queramos y durante el tiempo que se desee, siempre y cuando se pague la factura al finalizar el mes.
Otro tipo de autoconsumo es el que se utiliza teniendo red eléctrica de la red de distribución y se realiza una instalación para reducir el consumo de esta red, reduciendo los costes energéticos y por tanto obteniendo un ahorro económico en la factura eléctrica.
Si tiene una casa, borda, caserío, refugio de montaña, casa rural, etc. en un lugar sin suministro eléctrico. Puede realizar una instalación fotovoltaica aislada o eólica con baterías de acumulación, de esta manera podrá obtener energía eléctrica para el uso de iluminación, un frigorífico, la alimentación de la caldera de calefacción o cualquier tipo de consumo.
Hay que tener en cuenta que es mucho mas cara que la energía que ofrecen las compañías en las ciudades y cada vatio consumido hay que producirlo y acumularlo en baterías. Hay que diseñar primero el edificio correctamente, elegir los electrodomésticos y equipos a utilizar y después diseñar la producción, acumulación y por último que todos los equipos sean compatibles entre ellos y que se pueda ampliar la instalación, si fuera necesario. Sólo si se diseña todo desde el principio, será posible un correcto funcionamiento y una larga vida de los equipos.
Si no tiene electricidad hay muchas tecnologías que se pueden utilizar para autoconsumo. Desde la fotovoltaica, la eólica, la microcogeneración, hidroeléctrica, hidrógeno, etc. Cada tecnología es mas aplicable a determinados usos.
Lo más importante es contar con el diseño y asesoramiento necesario para planificar todos los equipos e instalaciones que se van a utilizar. En este tipo de instalaciones la integración de todos los equipos y sistemas es muy importante.
Si su casa tiene red eléctrica o tiene la conexión cercana, puede realizar una instalación de autoconsumo mediante energía fotovoltaica o eólica. Gracias al RD 244/2019 que le permite autoconsumir energía.
Gracias a este real decreto es posible autoconsumir y verter los excedentes con una compensación económica. Hay varias configuraciones de autoconsumo dependiendo de potencias o usuarios. Esto permitirá producir energía en nuestros hogares, oficinas y empresas.
La rentabilidad de una instalación de autoconsumo radica en dos factores muy importantes.
1.- Si se realiza autoconsumo con gestión de consumos, esto es aprovechar toda la producción, activando consumos gestionados, como la aerotérmia o el calentamiento del agua caliente a través de una resistencia eléctrica en el termo. De esta manera se aprovecha toda la energía producida y estaremos ahorrando al precio de compra entre 0,09 y 0,16€/kWh ya que todo lo que se vierte a red, sólo se compensa hora a hora reduciendo 0,049€/kW vertido a descontar de lo que hay que pagar, de forma que nunca saldra a 0€.
2.- Si no se gestionan los excedentes, no se debe hacer una instalación mayor del consumo base, para que toda la producción se autoconsuma y no se vierta a red, la energía vertida a red, solo sirve para que las compañías distribuidoras revendan la energía que hemos producido, aprovechándose éstas de nuestra inversión, mantenimiento y tejado, para revender la energía compensada por mas del doble del costo para ellas.
Hay ciertas aplicaciones aisladas de red que no necesitan baterías de acumulación, como los bombeos aislados, en este tipo de instalaciones, la acumulación es un depósito de agua o directamente el consumo. Son aplicaciones en las que el costo es reducido (comparado con una instalación con baterías) y nos permite una autonomía o una disponibilidad de agua durante todo el año.
Los bombeos solares o eólicos pueden apoyarse puntualmente por equipos externos como grupos electrógenos, de esta manera aunque nos falle la acumulación en depósitos o las condiciones meteorológicas, siempre podemos tener agua de una forma fácil y sostenible.
En los edificios, podemos auto producir energía eléctrica y térmica mediante la «microcogeneración», que se basa en utilizar el calor que se produce al convertir la energía de un combustible en electricidad, a su vez como fuente de energía. En nuestro país, estos sistemas han tenido gran éxito en el sector industrial, tanto por su eficiencia energética como medioambiental.
Ahora, el avance de estas tecnologías hace que también puedan aplicarse en pequeñas instalaciones y, por tanto, en edificios de menor tamaño.
Con la microcogeneración aprovechamos el calor generado para calefacción y la energía generada la vendemos a la red eléctrica con una tarifa interesante, consiguiendo unos beneficios económicos que contrarrestan en gran medida el pequeño sobre gasto de combustible, obteniendo un balance energético que nos favorece el bolsillo.