Una piscina cubierta es una instalación que demanda una gran cantidad de energía para mantener sus condiciones de confort. Al igual que otras muchas instalaciones; suele ser habitual encontrar una gran potencial de mejora reduciendo notablemente el consumo de energía. Es importante abastecerse de la mayor cantidad de soluciones ahorradoras de energía y en este caso agua.
En una piscina cubierta habitualmente hay dos fuentes principales de energía: Gas y electricidad. Ambas fuentes de energía son utilizadas entre otras cosas para calentar el agua del vaso de la piscinas, quitar humedad al ambiente cerrado, calefacción de vestuarios y otras salas, renovación del aire, calentamiento del agua caliente sanitaria, iluminación, etc.
Hay múltiples circunstancias que pueden mejorar o empeorar la factura de ambas fuentes de energía. Desde Acimuth, con nuestra experiencia, podemos realizar un análisis completo de cual es la situación real en cuanto al consumo de energía para una piscina cubierta y podemos plantear un diagnóstico de en qué aspectos interesa insistir para mejorar el consumo energético sin variar las condiciones de confort deseadas.