¿Qué es un repartidor de costes?
El repartidor de costes de calefacción, también llamado calorímetro, es un pequeño dispositivo que se instala en la superficie de los radiadores y que permite medir, de manera precisa, lo que gasta cada radiador. Está pensado para ser utilizado en instalaciones con calefacción central, y al medir el consumo individual de cada radiador, permite que cada vecino pague sólo por lo que ha consumido.
Los repartidores de costes de calefacción de última generación constan de una carcasa, dos sensores de temperatura, un dispositivo de cálculo, una pantalla, una fuente de alimentación, un módulo de comunicación radiofrecuencia, los elementos de instalación y un precinto antisabotaje para evitar manipulaciones no autorizadas de los dispositivos. Los repartidores de costes de calefacción son dispositivos de medición que sirven para contabilizar el gasto en calefacción de cada radiador. Tienen muchas ventajas:
- Muy sencillos de instalar, no requieren obras, se instalan sobre el radiador normalmente mediante simples tornillos de sujeción.
- Son pequeños y estéticamente agradables, sin cables ni elementos que puedan afectar a la decoración de la vivienda.
- Son baratos. La inversión en repartidores de costes en una vivienda media es hasta cuatro veces más económica que instalar un contador de energía. Además, las principales empresas de servicios ofrecen la instalación y el correspondiente servicio de estos dispositivos sin inversión alguna, por medio de contratos de alquiler.
- Actualmente, los repartidores que se instalan son electrónicos, y sus lecturas de consumos se recogen por radio, por lo que no es necesario volver a entrar en la vivienda hasta que se agote la batería, que tiene una duración de 10 años.
Los repartidores de costes son sistemas que tienen como función el reparto individual de los consumos en instalaciones colectivas de calefacción. Son unos pequeños aparatos que se colocan en cada radiador y recogen ciertos parámetros que cada cierto tiempo transforma en consumos reales, en términos de energía o económicos. Si al radiador se le complementa, a su vez, con regulación de válvulas termostáticas u otro equivalente, el ahorro puede ser, según estudios realizados, del orden del 30%.
Hay que destacar que según el Real Decreto 1027/2007, por el que se prueba el reglamento RITE y la Directiva 93/76, entre otras disposiciones, los repartidores de coste de calefacción, contadores individuales y otros aparatos con similar cometido, en instalaciones comunitarias de calefacción o ACS, son considerados medidas de ahorro y eficiencia energética a los efectos del artículo 17.3 de la Ley de Propiedad Horizontal. Su instalación voluntaria por la comunidad de vecinos, requiere el voto favorable de las tres quintas partes de los propietarios.
¿Cómo funciona?
El repartidor de costes dispone de dos sensores que miden dos temperaturas: la de la superficie del radiador y la temperatura ambiente de la habitación donde el radiador está instalado. El medidor entiende que la calefacción está en marcha cuando la diferencia de temperaturas entre el radiador y la habitación es muy elevada, y cuanto más elevada sea esta diferencia de temperaturas, mayor será el esfuerzo del radiador por dotar a la habitación del confort deseado, y por tanto el consumo será mayor. Adicionalmente, el medidor diferencia entre verano e invierno y se entiende que la calefacción está en funcionamiento siempre que la temperatura del radiador supere los 38ºC y exista diferencia con la temperatura ambiente.
Los repartidores de costes de calefacción (calorímetros) son elementos de medida y no ahorran energía por ellos mismos. Bien es cierto que tras su implantación, los usuarios suelen sensibilizarse con el consumo y cierran radiadores de habitaciones no utilizadas o incluso de pisos enteros por encontrarse desocupados, lo que aporta ahorro de combustible y por consiguiente ahorro de energía. Por este motivo, la normativa obliga a instalar válvulas con cabezales termostáticos en los radiadores. Lo ideal es complementar el uso del repartidor con un cabezal termostático electrónico que nos permite ahorrar, regulando con precisión la temperatura y de manera programada y automática. El Repartidor de costes más el cabezal termostático electrónico es la combinación perfecta para ahorrar calefacción.
Una piscina cubierta es una instalación que demanda una gran cantidad de energía para mantener sus condiciones de confort. Al igual que otras muchas instalaciones; suele ser habitual encontrar una gran potencial de mejora reduciendo notablemente el consumo de energía. Es importante abastecerse de la mayor cantidad de soluciones ahorradoras de energía y en este caso agua.
En una piscina cubierta habitualmente hay dos fuentes principales de energía: Gas y electricidad. Ambas fuentes de energía son utilizadas entre otras cosas para calentar el agua del vaso de la piscinas, quitar humedad al ambiente cerrado, calefacción de vestuarios y otras salas, renovación del aire, calentamiento del agua caliente sanitaria, iluminación, etc.
Hay múltiples circunstancias que pueden mejorar o empeorar la factura de ambas fuentes de energía. Desde Acimuth, con nuestra experiencia, podemos realizar un análisis completo de cual es la situación real en cuanto al consumo de energía para una piscina cubierta y podemos plantear un diagnóstico de en qué aspectos interesa insistir para mejorar el consumo energético sin variar las condiciones de confort deseadas.
Las industrias y los procesos industriales en general tienen potencialmente mucha capacidad de mejora energética y por lo tanto mejora de los costes asociados a dicho ahorro. Una de las primeras medidas recomendadas en el sector industrial es la realización de una auditoría energética. Esta trae consigo numerosos beneficios, entre los cuales se mencionan los siguientes:
- Reducir el consumo de energía y el coste de producción.
- Aumentar la competitividad de la empresa en el sector
- Conocer el rendimiento energético de las instalaciones
- Optimización de los procesos de producción para reducir el consumo de energía
- Identificación de los costes de producción y asignar consumos energéticos a cada producto
- Crear conciencia en el personal de la fábrica, aplicando las buenas practicas en el uso dela energía
- Aprovechar energías residuales de los procesos
- Reducir las emisiones de agentes contaminantes al medio ambiente, mejorando la imagen de la empresa.
- Respecto al coste que implica realizar una auditoría, cabe señalar que significa una pequeña parte comparada con los ahorros alcanzables como resultado de llevara a cabo. En cualquier caso una auditoría energética es una herramienta eficaz para poder cuantificar y valorar dónde realizar la inversión para obtener los mejores resultados. También hay que señalar, que existen organismos estatales que subvencionan parte de estos trabajos, como también parte de la adquisición de equipos derivados de las mejoras propuestas en la auditoría.
Los edificios corporativos de oficinas tienen unos requerimientos específicos y exigentes de confort. Esto; entre otras razones; hace que habitualmente tengan unos consumos energéticos y económicos muy altos.
Las consideraciones de consumo energético son importantes, pues repercuten sobre la propia cuenta de explotación de la entidad usuaria del edificio. De aquí la importancia en la optimización de los costes de explotación y de mantenimiento.
En el diseño de estos edificios se debe tratar de incorporar medidas que tiendan a reducir en lo posible la carga frigorífica necesaria para acondicionarlos. En un segundo escalón, hay que plantear soluciones que permitan “aplanar” la curva de consumos del edificio, pues ello permitirá instalar equipos frigoríficos de menor potencia y que trabajen mayor número de horas a plena carga, con un mejor rendimiento.
El primer conjunto de medidas tendería a reducir la carga frigorífica necesaria para acondicionar los edificios. La carga frigorífica de un edificio de oficinas viene forzada por estos tres conceptos principales:
- Las cargas internas o aportaciones internas de calor, debidas a la iluminación artificial, maquinaria de oficina y las propias personas que ocupan el edificio.
- La necesidad de renovación de aire en el edificio, para garantizar la correcta calidad de aire interior, que hace necesario acondicionar este aire que se introduce.
- Las acciones externas sobre el edificio, fundamentalmente la radiación solar sobre fachadas (vidrios y paredes) y la transmisión de calor por los diferentes cerramientos.
Sobre estos tres grupos podemos plantear acciones concretas tendentes a reducir la carga que provocan. También se pueden incorporar sondas de luminosidad en el interior, de modo que se apaguen las luces cuando la luz natural proporciona un nivel suficiente.
Respecto a la renovación de aire, se pueden plantear sistemas de recuperación de calor entre el aire viciado que se lanza al exterior y el aire de renovación que se introduce en el edificio. En espacios con una ocupación máxima elevada pero intermitente y variable (en aulas,comedores o salones de actos), es conveniente incorporar sondas de análisis de calidad de aire, que reducirían la aportación máxima de aire exterior cuando ésta no sea necesaria.
Además de los conceptos expuestos, se pueden considerar otros criterios tendentes a aprovechar al máximo las posibilidades de enfriamiento del edificio utilizando directamente el aire exterior.
Los edificios de oficinas más eficientes energéticamente aportan una mayor rentabilidad, valor en el mercado inmobiliario, confort a sus ocupantes, y mejorar su reputación social y medioambiental.
El alumbrado público se configura como una de las mayores oportunidades para mejorar la eficiencia energética de un gran número de localidades. ¿Conoce cuánta energía eléctrica se consume en su pueblo en alumbrado público por habitante o por m2? En algunos sitios se utilizan 45kWh por habitante y en otros 110kWh por habitante. ¿Se podría ahorra dinero y energía haciendo un planteamiento de ahorro en la gestión y ahorro en la esplotación del alumbrado público?
Es posible obtener un mismo nivel de servicio público con un menor gasto económico y energético. Para esto desde Acimuth planteamos la realización de un plan de ahorro en la gestión; (contratación de la tarifa eléctrica apropiada al consumo que realmente se tiene, ajustar la potencia contratada a la realmente demandada, contrastar y obtener los mejores precios con la empresa suministradora). Por otro lado es importante igualmente realizar un planteamiento para buscar un ahorro en la explotación. Realizar una medición sobre los niveles de luminosidad existentes, detectar posibles excesos en algunas zonas, analizar el tipo de luminarias, etc.
Una instalación de alumbrado público eficiente es el resultado de una combinación de muchas cosas: nivel de iluminación apropiada, lámparas eficientes, luminarias, sistema de encendido preciso, política de mantenimiento, y todo lo relacionado con el nivel de contratación de la tarifa eléctrica.
Desde Acimuth realizamos todo un plan de gestión para por un lado obtener un diagnóstico de cual es la situación real del sistema de alumbrado público en un municipio y por otro lado hacer una valoración de cual deben ser las medidas más importantes a desarrollar.
La eficiencia energética en una vivienda no es una utopía: es posible ahorrar energía en las viviendas, planteando medidas de ahorro en la mejora de los cerramientos de la vivienda, eligiendo las instalaciones o sistemas más eficientes y aplicando instalaciones de energías renovables.
Independientemente de si hablamos de una vivienda unifamiliar como si hablamos de un bloque de viviendas, las posibilidades de mejorar suelen ser habituales. Los sistemas de iluminación, agua caliente sanitaria y las instalaciones de calefacción suelen ser habitualmente los principales focos de consumo energético.
Invertir en medidas de ahorro energético, eficiencia energética o energías renovables, es una gran inversión de futuro. Es una inversión en ahorro económico.
¿Tiene colocado el termostato más apropiado para encender la calefacción? ¿está colocado en el sitio correcto? ¿Se ha planteado alguna vez que el gasto económico anual para el consumo energético de su vivienda es elevado?
Estas y otras muchas preguntas las podemos responder desde la experiencia y la profesionalidad contrastada. Las podemos responder desde Acimuth.
La eficiencia energética en una vivienda no es una utopía: es posible ahorrar energía en las viviendas, planteando medidas de ahorro en la mejora de los cerramientos de la vivienda, eligiendo las instalaciones o sistemas más eficientes y aplicando instalaciones de energías renovables.
Independientemente de si hablamos de una vivienda unifamiliar como si hablamos de un bloque de viviendas, las posibilidades de mejorar suelen ser habituales. Los sistemas de iluminación, agua caliente sanitaria y las instalaciones de calefacción suelen ser habitualmente los principales focos de consumo energético.
Invertir en medidas de ahorro energético, eficiencia energética o energías renovables, es una gran inversión de futuro. Es una inversión en ahorro económico.
¿Tiene colocado el termostato más apropiado para encender la calefacción? ¿está colocado en el sitio correcto? ¿Se ha planteado alguna vez que el gasto económico anual para el consumo energético de su vivienda es elevado?
Estas y otras muchas preguntas las podemos responder desde la experiencia y la profesionalidad contrastada. Las podemos responder desde Acimuth.